La Cámara 7ª del Crimen condenó a tres años de prisión en suspenso al comerciante Diego Federico Nievas y al electricista Manuel Adrián Molina por su responsabilidad en la muerte de Juan Aciar (13).

El 23 de diciembre de 2009 el adolescente murió por haber tocado el cesto de basura de un comercio de motos de barrio Jardín, el que estaba electrificado por haber sido atado a un cartel de publicidad.

Por este motivo, fueron llevados a juicio el comerciante Nievas, a cargo de Motos Centro SA, y quien realizó el trabajo de amarre del cesto al cartel electrificado, Molina.

Luego de la pérdida de su hijo, su mamá Sandra Meyer creó la fundación Relevando Peligros para concientizar y prevenir posibles tragedias en la vía pública. Su labor mereció el reconocimiento de los lectores de La Voz que la destacaron como Cordobesa del Año 2010.

Tras largos años de proceso judicial, el debate oral se realizó con Nievas y Molina sentados en el banquillo de los acusados. En el mediodía de este miércoles se escuchó el veredicto del juez unipersonal José Daniel Cesano.

CONDENADOS. El comerciante Diego Federico Nievas y al electricista Manuel Adrián Molina.Además de las penas de prisión en suspenso, el magistrado dispuso para el electricista Molina una inhabilitación especial de cinco años para ejercer su oficio.

Por otra parte, a ambos el juez les impuso reglas de conducta, como el someterse a un patronato del liberado y a realizar por el término de dos años 10 horas de tareas solidarias en una institución pública.

En este juicio se resolvió la demanda civil trabada por el papá de Juan, Diego Aciar, quien recibirá montos resarcitorios por unos 550 mil pesos, más intereses.

Esta condena civil recayó sobre los dos responsables de homicidio culposo, pero también en forma solidaria para el comercio y las empresas de comercialización de motos. Deberán abonar ese monto cuando la sentencia quede firme.

Uno de los puntos relevantes del fallo, cuyos fundamentos se conocerán en 15 días, es que el juez envía los antecedentes a la fiscalía de Turno para que investigue el comportamiento de los funcionarios  municipales que al momento del hecho debían controlar la cartelería pública.

Tras el veredicto, Sandra Meyer manifestó su disconformidad con la falta de una pena de prisión efectiva. Señaló que la condena que pretende no es para los responsables por la muerte de su hijo, «sino para (beneficio de) la sociedad». «Es un momento en que la Justicia podría reivindicar un montón de cosas», señaló a La Voz.

Sobre la responsabilidad de las firmas comerciales en la muerte de Juan, Sandra Meyer mostró su indignación por el papel de «una empresa tan grande, con 10 sucursales, que no atendió a la cartelería en la vía pública».